Una experiencia que te transporta al pasado.

El municipio fue fundado en 1878. Tiene una altura de 1910 m.s.n.m. y una temperatura promedio de 18 grados centígrados. Filandia es un municipio que conserva la esencia apacible de un pueblo de la colonización antioqueña, construido sobre lo que fue en el siglo XIX el Camino del Quindío, paso obligado entre el occidente del país y Santafé de Bogotá, cuyo legado histórico aun se aprecia en diferentes escenarios.

Las huellas evocadoras que quedan del antiguo camino, la arquitectura del bahareque que todavía se mantiene, la arriería – manifestación que sobrevive en algunas veredas y que dan paso al origen de la cestería, oficio que actualmente conserva las técnicas de elaboración de más de un siglo.

Este marco histórico de poblado cafetero, le aporta a la actividad que se realiza en esta estancia, un ambiente  de antigua fonda cafetera, donde se evocan momentos de alegría  y festejo campesino, acompañados por la música que se escucha en estos lugares, en este ambiente el anfitrión de la fonda, acompañan al visitante en una velada, en la que los clientes, se convierten en actores protagonistas de la antigua rutina. Mi viejo Rincón es un tango y un encuentro de músicos, cantantes y compositores que llegan con cuerda fina a Filandia (comentario en facebook).

Lo que puedes encontrar en  Fonda:

Estos escenarios conservan una serie de particulares encantos como sus colecciones de música, en donde el fondero es protagonista por el conocimiento y manejo de estos archivos melódicos, asombrando a sus clientes al complacerlos con los temas y reminiscencias que solicitan, transformando estos lugares de encuentro y festejo campesino, en escenarios informales de tertulia musical, tanto para neófitos como para conocedores y coleccionistas.

Esta fonda presenta además de una importante colección musical, diferentes ambientes como: billares, áreas para juegos de mesa ,sala para videos, canchas de tejo y minitejo, todo en una antigua casona de bahareque de la colonización antioqueña, que le aporta a la experiencia un sabor de nostalgia, en donde es protagonista el propietario José Raúl Ángel Valencia un conocedor de la música que ha coleccionado por largo tiempo. En esta fonda se programa también encuentros de coleccionistas de música de todas las épocas y torneos de billar.