Filandia, patrimonio histórico y ecológico
Ubicado al norte del departamento del Quindío, Filandia es conocido como “la colina iluminada”.
El sinuoso trazado de la “Autopista del Café” sirve como antesala y escenario ideal para disfrutar de la belleza escénica del norte del Quindío. El recorrido entre Armenia y Filandia transcurre entre un desfile de cultivos de flores y agradables paisajes de la llamada “tierra fría”; que por su belleza reafirman la idea de que el mayor atractivo de este territorio es su patrimonio ecológico.
Filandia es un municipio con una notable riqueza de tipo natural, paisajística, arquitectónica e histórica. La amabilidad de sus habitantes y su particular encanto hacen de este hermoso pueblo uno de los lugares turísticos preferidos en el departamento. A diferencia de otros destinos más congestionados, Filandia se caracteriza por su tranquilidad y autenticidad.
Cultura e historia
El Camino del Quindío, antiguo corredor que cruzaba el ancestral territorio de los Quimbaya, fue el pasaje de entrada para las avanzadas de antioqueños que poblaron la región norte de la llamada “Hoya del Quindío”. Los primeros colonizadores comenzaron a establecerse a lo largo de este camino, edificando estaciones de conteo de ganado y fondas camineras donde pernoctaban los viajeros.
Un contador de ganado seria el sitio donde se fundaría en 1878 el caserío de Filandia, nombre de ascendencia latina que quiere decir Hija de los Andes. Un grupo de 102 colonos firmaron el acta que daría vida a la segunda población de la entonces región del Quindío.
Entre este grupo de personas se encontraban los encargados de demarcar la plaza central quienes optaron por el tradicional esquema de cuadrícula reticular de la Colonia Española. Como es común en los pueblos de ascendencia antioqueña, los poderes públicos, civiles y eclesiásticos fueron ubicados en la plaza central.
Naturaleza
El principal atractivo ecoturístico de Filandia es la reserva natural y de investigación Bremen-La Popa cuyo territorio comparte con Circasia. Tiene un área total de 731 hectáreas repartidas entre bosque húmedo nativo y sembrados de pino y ciprés. Este bosque es único en su tipo en el departamento y es una reserva hidrográfica de gran importancia.
El entorno natural de Filandia sirve como refugio a por lo menos dos centenares de especies de aves, entre las que se destacan, el cuco ardilla, la pava negra, el barranquero y el quetzal. Más de 34 especies registradas de mamíferos habitan la zona rural de Filandia, entre las que cabe resaltar el mono aullador, el perezoso, el cusumbo, el armadillo y el guatín.
Filandia es un encantador pueblo que pareciera estar detenido en el tiempo. Sus bosques naturales, cascadas, nacimientos de agua, fauna y flora conforman un paisaje y un atractivo natural de valor patrimonial. En Filandia la conservación de dicho valor se configura en su principal atractivo para el turismo.