Es un sitio de peregrinación ubicado en la vereda La Esperanza a 12 km de Aranzazu. Allí está un pequeño santuario que enmarca la imagen del Señor de la Buena Esperanza, estatua de origen romano que otrora perteneció a Basilio González, quien la había ganado en una rifa. La obra es la representación de Jesús condenado a muerte, que según la teología representa la justicia del Señor sobre los seres humanos.
La historia del Señor de la Buena Esperanza cuenta que a la muerte de su dueño se intentó llevar la imagen al pueblo, siendo imposible levantarla. Luego, los herederos de González la vendieron a los miembros de la comunidad de la vereda, quienes construyeron el pequeño templete que hoy es motivo de permanente visita, durante Semana Santa.